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Investigadores del IRB Barcelona y Sant Joan de Déu desvelan el origen de segundos cánceres pediátricos y las mutaciones de la quimioterapia en los tejidos sanos

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  • Un equipo del IRB Barcelona y el Hospital Sant Joan de Déu-IRSJD investiga los casos de cuatro niños que han sufrido dos cánceres durante la infancia y estudian el origen del segundo tumor.
  • La investigación emplea como herramienta la huella de mutaciones del primer tratamiento para identificar cuando surgió el segundo tumor.
  • El estudio también muestra que los tejidos sanos de los niños acumularon mutaciones debido a la quimioterapia, con efectos desconocidos a largo plazo.
  • El trabajo ha sido publicado en la revista Cancer Discovery.

El cáncer pediátrico, también llamado cáncer del desarrollo, es poco frecuente. En todo el mundo, se diagnostican unos 400.000 nuevos casos al año. La probabilidad de que una niña o un niño desarrolle dos cánceres independientes en su etapa infantil es extremadamente baja. Sin embargo, estos casos se dan y estudiar el origen de estas segundas neoplasias no sólo sirve para explicar estos casos concretos sino que también contribuye a entender mejor el origen del cáncer pediátrico en general.

En un estudio publicado hoy por el IRB Barcelona y el PCCB-Hospital Sant Joan de Déu · Institut de Recerca Sant Joan de Déu (HSJD - IRSJD) en la revista Cancer Discovery, un equipo científico ha logrado importantes avances en la comprensión delorigen del cáncer infantil.

El equipo cuenta con la Dra. Monica Sánchez-Guixé como primera autora del trabajo y está liderado por la investigadora ICREA Dra. Núria López-Bigas y por el Dr. Abel González-Pérez, todos ells del IRB Barcelona, que, junto con el Dr. Jaume Mora, del PCCB-Hospital Sant Joan de Déu, han llevado a cabo un análisis exhaustivo de casos clínicos con dos tumores y han identificado tres patrones distintos que explican la aparición del segundo cáncer.

“El trabajo no sólo esclarece el origen de las patologías tan improbables de estos pacientes, sino que mejora la comprensión de los cánceres pediátricos en general. En el futuro, este conocimiento podría contribuir a determinar el tratamiento y seguimiento de los pacientes jóvenes”, explica el Dr. Abel González-Pérez.

 

La huella mutacional de la quimioterapia

El estudio se enfocó en explorar el origen de estos segundos cánceres, utilizando técnicas avanzadas de secuenciación del genoma. Los resultados revelaron que las terapias contra el cáncer, específicamente aquellas basadas en el platino, introducen mutaciones —cambios en el ADN— en el segundo tumor y en los tejidos sanos de los niños. Esta huella mutacional específica ayuda a entender cuándo se formó el segundo cáncer.

En concreto, uno de los pacientes del estudio desarrolló una leucemia (o cáncer de la sangre) cuatro años después de haber sido sometido a quimioterapia para el tratamiento de un primer tumor (sarcoma) en una pierna. Los patrones mutacionales que se hallaron, desvelaron que la leucemia se desarrolló posteriormente a este tratamiento.

“Aunque sabemos que la quimioterapia recibida años antes está relacionada con el desarrollo del segundo cáncer, no podemos determinar si este ha sido causado por la acción mutagénica de la quimio, o por otras causas. Sea como sea, estas terapias aumentan el número de mutaciones en el cuerpo de los niños más allá de lo que se acumularía naturalmente con el tiempo, lo que nos hace preguntarnos cómo podrían afectar su salud en el futuro”, apunta la primera autora del trabajo, la investigadora postdoctoral del IRB Barcelona Dra. Mónica Sánchez-Guixé.


Mutaciones tempranas o eventos independientes

Otro descubrimiento clave del estudio es que, en el caso de un paciente, ambos tumores (tanto el primero como el segundo, que se manifestó 8 años después) se desarrollaron a partir de una única mutación, que el niño había adquirido en una etapa temprana de su desarrollo embrionario, mucho antes de haber recibido cualquier tratamiento contra el cáncer.

En otros dos casos , los investigadores encontraron que los dos tumores tenían un origen totalmente independiente. En estos casos, las dos mutaciones que dieron lugar a las dos patologías probablemente ocurrieron también durante el desarrollo embrionario, pero como dos eventos independientes que evolucionaron por separado.


La importancia de compartir los datos clínicos para impulsar la investigación

El progreso en la investigación médica, especialmente en áreas tan complejas y críticas como el cáncer, depende en gran medida de la disponibilidad y el análisis de datos clínicos.  Especialmente en el caso de enfermedades raras (el cáncer del desarrollo es una de ellas), la falta de datos es uno de los mayores obstáculos en su investigación, ya que limita la capacidad de los científicos para identificar patrones, probar hipótesis y desarrollar terapias eficaces.

La decisión de pacientes y familias de compartir esta información tan personal y sensible es un acto de generosidad que tiene el potencial de transformar la investigación y salvar vidas. “Este estudio no hubiera sido posible si los padres de los pacientes no hubieran demostrado un compromiso total con la investigación a lo largo de todo su camino. Primero, autorizando el uso de las muestras de sus hijos para seguir investigando y segundo, autorizando el estudio de las muestras de autopsia en los casos de fallecimiento, un acto de donación extraordinario y con clara vocación para seguir ayudando a los siguientes afectados. Este convencimiento es lo que ha impulsado la creación del Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB)”, añade el Dr. Jaume Mora, Director Científico del Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu y coordinador del programa de Cáncer Pediátrico del IRSJD.

“Este estudio, no solo contribuye significativamente a nuestra comprensión del cáncer pediátrico, sino que también enfatiza la importancia de mejorar los tratamientos pensando en el futuro de los pacientes, asegurando no solo su supervivencia, sino también su calidad de vida a largo plazo”, concluye la Dra. Núria López-Bigas, investigadora ICREA del IRB Barcelona.

El trabajo ha obtenido financiación por parte del European Research Council (ERC), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC), el Ministerio de Ciencia e Innovación (MCIN), la Asociación Española Contra el Cáncer, a través de Cancer Grand Challenges, con el apoyo de Cancer Research UK y el National Cancer Institute, así como de donaciones de todo el grupo de padres y madres y fundaciones que apoyan la investigación del PCCB.
 


Artículo relacionado:
Origins of second tumors and mutational footprint of chemotherapy in normal tissues.
Mònica Sánchez-Guixé, Ferran Muiños, Morena Pinheiro-Santin, Víctor González-Huici, Carlos J. Rodriguez-Hernandez, Alexandra Avgustinova, Cinzia Lavarino, Abel González-Pérez, Jaume Mora & Núria López-Bigas.
Cancer Discovery (2024) DOI: 10.1158/2159-8290.CD-23-1186
 

La noticia en los medios:

IRB Barcelona

El Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) trabaja para conseguir una vida libre de enfermedades. Desarrolla una investigación multidisciplinar de excelencia para curar el cáncer y otras enfermedades vinculadas al envejecimiento. Establece colaboraciones con la industria farmacéutica y los principales hospitales para hacer llegar los resultados de la investigación a la sociedad, a través de la transferencia de tecnología, y realiza diferentes iniciativas de divulgación científica para mantener un diálogo abierto con la ciudadanía. El IRB Barcelona es un centro internacional que acoge alrededor de 400 científicos de más de 30 nacionalidades. Reconocido como Centro de Excelencia Severo Ochoa desde 2011, es un centro CERCA y miembro del Barcelona Institute of Science and Technology (BIST).