Ponerse el chip de la innovación

Meritxell Teixidó, investigadora asociada del Laboratorio de Péptidos y Proteínas del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), y Núria Bayó, investigadora postdoctoral en el mismo grupo, acaban de finalizar la primera parte del programa de ayudas LLAVOR (semilla) para proyectos innovadores con potencial para el sector productivo. El programa LLAVOR fue lanzado por la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) de la Generalitat de Catalunya el pasado mayo, y está cofinanciado por fondos FEDER.

El laboratorio del IRB Barcelona, encabezado por Ernest Giralt, obtuvo una ayuda económica y en formación para desarrollar un proyecto que tiene por objetivo trasladar al mercado un péptido candidato a antibiótico contra bacterias multiresistentes, en colaboración con el Hospital Clínico de Barcelona y el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

La primera parte de la formación ha ido a cargo del Lester Center for Entrepreneurship de la Universidad de Berkeley, y se ha basado en el “learning by doing” (aprender haciendo). El curso de 8 semanas ha finalizado con una estancia reciente de tres días en Berkeley. Teixidó y Bayó recomiendan la experiencia “para el 99% de los científicos” independientemente de si se quiere o no desarrollar un proyecto de innovación, ya que “el programa va mucho más allá del proyecto y busca generar nuevas dinámicas en la investigación”.

Aprendiendo nuevas dinámicas

Teixidó y Bayó destacan la oportunidad de conocer a fondo el resto de proyectos galardonados. En la primera convocatoria, resuelta el pasado 4 de mayo, 24 proyectos –de los 90 presentados- recibieron una ayuda LLavor. La mitad de los proyectos eran en ciencias y la otra en arquitectura e ingeniería, procedentes de 15 centros de investigación de toda Cataluña. Teixidó los describe como “muy innovadores y de gente muy dinámica, con los cuales seguro que estableceremos sinergias en un futuro próximo”.

El programa está pensado para promover que los resultados de la investigación salgan de los laboratorios y que los científicos abandonen su zona de confort y conozcan el potencial de su producto para llegar al mercado. A través de entrevistas personales, el equipo ha creado una amplia red de contactos con el resto de equipos y con los diferentes actores relacionados con su proyecto, como hospitales y empresas del sector. “Esta metodología te fuerza a entender todo el ecosistema y sus necesidades”, comenta Bayó.

El programa también incluye un mentor del sector empresarial. En el caso del IRB Barcelona es Jimena Fernández, directora de I+D de BCN Peptides. Tiago Botelho, de la Oficina de Innovación del IRB Barcelona, también ha colaborado en el proyecto con apoyo técnico, documentación y terminología del sector empresarial.

La segunda parte de la formación irá a cargo de la empresa Lead to Change, y lo realizarán de setiembre a diciembre.

En las próximas semanas, los miembros del proyecto, junto con los grupos del Hospital Clínico y el Hospital Virgen del Rocío, planificarán los pasos a seguir para intentar llevar el candidato a antibiótico al mercado e invertir la ayuda concedida de la mejor manera posible.